lunes, 25 de julio de 2011

Aleteo.

Dicen que el colibrí aletea unas 160 veces por segundo aproximadamente, que el corazón late unas 80 veces al minuto. Se dicen muchas cosas, la verdad es que demasiadas, pero a ciencia cierta sabemos lo erróneo que resulta amar de corazón cuando el amor es algo cerebral y no visceral. Pero cuesta creerlo ¿no? Es decir, comentan que estar enamorado es como un canto a la desesperación, un canto que nadie escucha pero que esperas que contesten y a veces alguien escucha caer el árbol en medio del bosque y otras nadie está ahí para escucharlo, puede que torres más altas hayan caído y nadie se ha dado cuenta.

El cerebro piensa y luego actúa, el sujeto enamorado actúa y luego piensa, el corazón bombea y luego se para, pero primero bombea.

Todo esto solo lo comentan, yo no lo sé, yo no sé nada y no pretendo ni quiero saber de absolutamente nada. Ni lo estoy enamorado, ni lo pretendo ni quiero estar enamorado absolutamente nada, pero un argentino loco dijo que hay días para quedarse a mirar y otros sospechosamente light. ¿Y si este día es para pensar en cosas que todos creen que piensan pero nadie se para a comprobarlas?

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