Deberíamos inspirar fuertemente y llenar los pulmones de aire nuevo, creo que deberíamos. Podríamos disfrutar de esas pequeñas cosas que no vemos, los más frívolos y a la vez importantes placeres de esta vida. Unas pequeñas gotas de agua fría que te recuerdan que hay más cosas en los momentos duros o de autodestrucción.
Brindemos por los pequeños placeres que siempre son los más grandes.
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